SOLTAR EL CONTROL
para encontrar la belleza natural del agua
Bienvenidas a las nuevas incorporaciones.
Voy a estar tres días por aquí con vosotras antes de la masterclass.
Voy a enviaros tres vídeos con tres ideas para que podamos entender un poquito más las claves para encontrar esa paz interior.
La primera idea es SOLTAR EL CONTROL.
En nuestro día a día lo que hacemos es intentar planificarlo todo, estar muy atento a las cosas, a tenerlo todo bien atado para que no se nos escape nada y pensamos que así estaremos más tranquilos y podremos vivir de una manera más en paz.
Pero realmente esto es una mentirijilla que nos contamos a modo de planificación y pronto nos damos cuenta de que la vida tiene sus propias reglas, sus propias maneras de actuar y que no tenemos el control de nada.
Surgen un montón de imprevistos y un montón de cosas a lo largo de la vida y por más que intentamos controlarla no lo conseguimos.
Esta idea me la enseñó la acuarela.
Lo primero que tuve que aprender de la acuarela es que se mueve a través de un material natural que se llama agua y el agua fluye.
El agua, cuando no tiene un continente, se expande y se va hacia donde quiere dependiendo de la abundancia o de la escasez que pongamos.
Cuando observaba a muchos alumnos pintar, algunos conseguían sacar toda la belleza de la acuarela porque pintaban con fluidez, la dejaban ser y otros no.
Otros pintaban intentando controlar mucho la cantidad de agua, que no se le escapara nada, una pincelada muy pequeñita, con un pincel muy finito.
¿Y qué les pasaba? Que les quedaba una acuarela muy rígida, muy contraída. Muchas veces a base de poner capas y más capas se les acababa ensuciando mucho la obra.
¿Qué pasa entre estos dos puntos de vista?
En el control primero adquirimos un estado de rigidez que nos deja completamente estructurados y paralizados, en esa parcela que nos hemos creado y que no nos permite llegar a un lugar más adaptable, como es el agua, que al final como no tiene como tiene esa libertad hasta que no tiene un recipiente no se adapta, pero si tiene otro también le viene bien y se vuelve a adaptar.
Los alumnos que encontraban esa belleza del agua se convertían, en vez de pintores, en guías.
Guiaban al agua por los caminos del papel para que se fuera depositando tranquilamente en el punto en el que quería y esa conversación hacía que toda su belleza aflorara.
Y ese es el punto que vamos a encontrar en esta masterclass. Encontrar esa belleza del agua y esa enseñanza de dejar ir el control.