De lo espiritual en el arte

Hola a las nuevas incorporaciones, bienvenidos.

La segunda idea que os quiero compartir es la sensación de ver de verdad.

Podemos ver cualquier cosa que vemos por la calle o que vamos a la naturaleza y vemos un árbol, vemos una planta, vemos que es una planta o que es un árbol. Vemos su representación. 

Pero yo hablo de otro ver, de un ver desde la intuición, de un ver que te da una información mucho más profunda sobre ti, sobre quién eres en realidad.

Y en ese descubrir, esa visión, el arte nos resulta de mucha ayuda. 

Muchos me diréis, yo voy al campo y a mí me encanta deleitarme con el movimiento de las hojas, si encuentro una conexión ahí o el movimiento del agua. Y es verdad, es un buen punto de partida para encontrar ese ver desde la intuición.

Pero yo voy un punto más allá y es lo que nos da el arte. 

El arte nos da esa experiencia que nos permite corroborar esa sensación o hacerla más permanente en nosotros. 

Cuando yo hago una obra de arte, la sensación que tengo al pintar es una sensación como cuando me meto en una burbuja, que solo estoy yo en conexión conmigo misma y con lo que estoy haciendo.

Es un estado de meditación en acción. 

Y en ese estado encuentro cosas, informaciones, certezas que me vienen a través de la propia pintura. Porque estoy en un estado de suma atención y encuentro ese canal por el que ver con más profundidad.

Y eso cuando ocurre de forma repetida y vuelvo a ir a la naturaleza o vuelvo a ir al mundo, a la ciudad, donde sea, encuentro una nueva manera de ver con más profundidad aún de la que tenía.

Y encuentro una nueva manera de ver situaciones que antes me parecían criticables o podría juzgarlas y las puedo ver desde otro lugar, desde otro punto de vista.

Ver de verdad no solo tiene que ver con esa intuición, sino con cambiar el punto de vista.